jueves, 5 de enero de 2017

VIII NAVAJA DE CIPRIANO DELGADO GARCÍA RESTAURADA POR RAFAEL WÍZNER RUIZ

-¡Hombre, qué tal la vida! -exclamó contenido Rafael Wízner.
-Nada, Rafael; todo, todo bien -se entrecortó la voz de Hefesto.
-Bueno, hombre.

Comentaron sobre navajas del artesano, Wízner, y vino a pararse en el machete restaurado.
-¿Has averiguado ya algo? Pues ya sé de quién es. Del Gomillas. ¿Sabes quién es Ismael Laguna? -como se le hizo breve noticia, Wízner continuó-. Hablé con su hijo el otro día; uno que es director de banco -se extendía Wízner- pero que empezó de botones. Me confirmó el punzón.
-¿Y cómo se llama? -se impacientó suave Hefesto.
-Es que ahora mismo...¿Cecilio...? Resulta que el Gomillas trabajó conmigo en lo de Ismael Laguna. Tenía dos hijos que también eran del oficio, pero murieron jóvenes. Aún le queda una hija en Madrid, que cuando viene de vacaciones, para cerca de mi casa.

Se le confirmaba y excitaba con el tonillo gutural del interlocutor telefónico.
-Te habló -continuó Wízner- de hace unos cincuenta años.
-Los sesenta...
-Sí. Ismael no era navajero. El padre compró una casa y allí fabricó matricería. Antes no había troqueles y los agujeros los hacían a mano, él y sus hijos. Llamó a cuatro, que éramos los que le montábamos las navajas...
-Si yo tengo - metió baza Hefesto- de Ismael Laguna también, una girodia con cachas de imitación de tortuga.
-Pues esas, esas -se exacerbaba apenas Wízner-.Él, te hablo de Ismael Laguna, las comerciaba. Había quien montaba los muelles...
-El Gomillas, también -aportó Hefesto confirmativo.
-Sí, sí, yo...creo que tú tienes alguna marinera ¿no? -monologaba Wízner-. Las hacía yo. Había hasta cuatro o cinco modelos según la hoja.
-Sé cuales son, sí.
-Las de punta cortada se enviaban muchas a Málaga.
-Para los rederos -concretó Hefesto.
-Porque al no tener punta, no se rompían las redes.
Vino a tocarse el declive de las navajas. Explicó Wízner como la pérdida de los oficios del campo tuvo la culpa.

-Yo -tomaba Wízner carrera- he montado muchas con "Toledo" y "Albacete" -se refería a los punzones el artesano-. Luego ya se puso Santa Cruz. Martínez se hartó e hizo lo mismo, puso el troquel con su nombre.
-¿Siempre sencillas? -excitó la conversación Hefesto.
(Se oyó de fondo que le pasaban una nota de voz a Wízner.)
-Sí, es de Cipriano Delgado Morales -se adivinó el aparte de su mujer que le apuntaba.
-¡Ah, pues no lo conocía! -se sinceró Hefesto.
-En Santa Cruz siempre ha habido artistas. Que yo estas navajas de ahora las monto solo desde hace cinco o seis años.
-Pues excedes, Rafael -echó un capote Hefesto al halago.

-Y esos machetes grandes porque un aficionado, como tú, me mandó los dibujos -referíase Wízner a los planos con ligeros detalles-. Esos los llevaban antes gentes del campo con las bestias; que si tenían que cortar una cuerda...
Habluchearon aún más y, sensato, recapituló Wízner.
-Las iniciales CD son de Cipriano Delgado, el Gomillas. El punzón es un poco basto porque lo pondría en el taller de casa. En el libro del pueblo...
-"La navaja de Santa Cruz de Mudela". Lo tengo delante.
-Sí, ese. Está en la página 122.

Explicó Rafael Wízner el origen de ese vademécum cuchillero, pero la extensión ,el abismamiento y la naturaleza de este texto convienen no excederse. 
Nada se advertirá más, ni tan solo que todo lo que cuenta Rafael es de mérito y de mucha honestidad, sin desdoro alguno para sus convecinos. La conversación fue sabrosa, y solo las torpezas del que la pone en limpio, así como su poca memoria mucha sombra han echado sobre ella.

 NAVAJA MACHETE DE CIPRIANO DELGADO
(RESTAURACIÓN DE RAFAEL WÍZNER)









Naciera Cipriano Delgado García en el año 11. Mamó el oficio, como se suele en Santa Cruz, de su padre, Juan Delgado.Trabajó, como tantos cuchilleros, con Gavilán; pero acabó poniendo fragua propia en el domicilio familiar de la calle Conde de Gavía, 19. En este pueblo, "establecerse por su cuenta" quiere decir las más de las veces, hacer faena en casa, para sí y para otros. Así que también trabajó para los Bustos (de los que ya se ha hablado en el blog) y para Ismael Laguna. Vendió también sus propias navajas en las ferias de pueblos cercanos. Cuchillero completo, elaboraba por entero sus navajas. Sus hijos, Juan y Aquilino Delgado Mosalve fueron enseñados por su padre en esto de la navaja. Trabajaron, al parecer, los tres en la misma fragua hasta que Juan se vino a Madrid (Aquilino trabajó para la fábrica "las Sartenes").
(Información extraída de "La navaja de Santa Cruz de Mudela".)


Se trata, en fin, de un machete de Cipriano Delgado García, marcado con su propio punzón (CD). Tiene muelle de teja (reajustado a la perfección con exactitudes de azimut por Wízner) y dos casquillos de chapa (el inferior ha sido cambiado). La hoja tiene dos mesas, y es, como suele, de punta centrada. El asta ha sido fina y limpiamente pulida, y luce mucho sin platinas que la oscurezcan. Fue comprado en el rastro de Madrid, en el puesto de la Mari.









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