martes, 31 de diciembre de 2013

5 LAS NAVAJAS EN EL RECUERDO: EL PRIMO MARCIANO Y EL ORIGEN/ COUTEAUX L' AVEYRONNAIS ET L'ALPIN AVEC FHOTOS

Era Marciano hombre formal, de tradición y ley; y con ejemplo de uso y exhibición les dio a los niños el ansia de faca. Como esta no se manifestase con peticiones cansinas, lloriqueos o pataletas, perdió la paciencia y propuso la compra de sendas navajas en Casa Demófilo. Seguramente hubo concierto entre él y el abuelo, y, desgranándose los días, llegaron. Dos cortaplumas endebles, chicos, romos. Dos navajuelas Gómez, de estamina marrón y hojilla INOX.

Fue por imitación y envidia que cayó la tercera, también Gómez, de punta redonda y cachiplástica. Pronto los niños, para distinguir las que eran iguales, las rayaron con sus torcidas iniciales. No cortaban ni la longaniza tierna por lo que pronto, imitando, las amolamos en la piedra comunal de picar esparto que había, y hay, en la Polaca.

Desapareció el primo Marciano, ese o el siguiente verano. Ya no lo vi más. Pero sí quedaron sus ademanes, su voz áspera de peñón, su sombra de cobre y las navajas. En realidad, solo se conserva, de las tres, una. Lo que no es poco. Hoy no se utiliza. Remirando en donde todo el mundo mira, he visto que, sin bromear pues Hefesto no chancea, que pudiera parecer obra de Renaud Aubry. Por terminaciones es de Albacete, que no de Nogent. No se trata de ensalzar aquellas navajuchas que, en realidad, poco valían; sí las personas sensatas que nos educaran, al tiempo que se ha encontrado un punto con el que cerrar la circunvolución de una espiral que aún se proyecta en el tiempo.










El que se presenta es un viejo modelo restaurado, con la hoja de acero al carbono, y las platinas y virola en latón. Las cachas de cuerno negro, son nuevas. Mide 12 cms cerrado, y abierto, 21,5 cms.






Ancien couteau aveyronnais restauré. Lame acier au carbone 101 mm. Platines et mitre laiton – cotes pointe de corne. Ouvert 215 mm – fermé 120 mm 




 Por su forma recuerda la del Laguiole, aunque carece de mosca/abeja (si a los franceses les vale la diferencia, allez-y¡); igual que él es originario del Ayveron. No sé si la ausencia de mosca puede justificar la sombra en la que ha permanecido, y permanece, a pesar de las obras maestras de cuchilleros como Beillonnet. Actualmente los modelos que se encuentran solo tienen una virola, en contra de lo que era habitual.












Es originario de la Savoie, y recibe varios nombres (savoyard, montagnard...); su primo famoso es nada menos que el Opinel que nació en la misma zona y en la misma época. También es conocido -quizá con anterioridad- en la parte italiana de las montañas desde hace siglos. A principios del XX, se empezó a fabricar en Thiers; su clientela más fiel estaba en los Alpes. Su hoja tiene forma yatagan.

El de arriba fue rescatado del rastro madrileño; tiene un muelle aún pujante, si bien la hoja presenta cierto juego lateral; las cachas de hueso segrinado han envejecido con la sabiduría del Jerez.




Esta no forma parte de la colección, pero ya se pondrá en contraste la navajilla infantil de Gómez que se me antoja parecida a esta magnífica navette del señor Aubry

martes, 24 de diciembre de 2013

4 LAS NAVAJAS EN EL RECUERDO: EL PRIMO MARCIANO Y EL ORIGEN/ COUTEAUX LE TARBAIS ET L'AURILLAC AVEC PHOTOS

Quizá el origen está aquí o fue él. De su presencia baste un recuerdo. 

 Una historia de hambre en el recuerdo
Antes de que tomara el correo hacia la catalanidad, en sus mocedades de tanta necesidad como atrevimiento, la escasez era tan corriente que no se concebía el hartazgo, la indigestión, el sobrepeso, los cumpleaños, ni las convidás en bar. No se bebía cerveza y solo se celebraba con vinejo de casa  o aguardiente no solo de uva, sino de todo lo que al alambique le cupiera en la panza. 

Una noche acordaron ir a por papas, no a su campo, que no tenían, sino al de otro. Ya supieron que fulano esa misma tarde las había sembrado pues no estaban aún de temporada. Las cuatro o seis partes con sendos ojos en los que se acuchilla una patata para ser multiplicada eran enterradas para que con el tiempo y la sazón de los tormos, se lograran. La cuadrilla desenterró el mísero desayuno con el que pobremente engañaron  sus estómagos.

El caso es que el Marciano, a la mañana, tenía la camisa (no diré "una camisa", pues faltaría a la verdad exagerando el número), tenía, digo, la camisa, blanca, tendida en la tierna rama de un almendro cabe la casa. No hiciera falta que se levantase para ir a buscarla pues ya no estaba ni estuvo nunca más. Se lo comunicaron, vale decir que vocearon "¡Le han quitao la camisa al Marciano!". Parece que se levantó y asomándose al tranco, lacónico expresó:"Se la habrá llevao alguno al que más falta le hiciera que a mí". 

Tal entendimiento fue muy celebrado entonces y cada vez que se recordó. ¿Hubo alguien alguna vez más necesitado de camisa en cualquier ocasión que él? Solo, quizá, Mahama Gandi en los tiempos de  austeridad  mayor...










La de arriba se llama "le tarbais". Se trata de un modelo económico fabricado por Blaise Treille en las décadas de los 30 y 40. Después de la guerra fue reemprendida su construcción por cooperativas agricolas de Tarbes. Su mango estaba hecho con "rhodoïd", con una hoja a la turca o de sauce.
El de arriba responde a la descripción anterior; los pernos de las cachas sobresalen (los franceses los llaman "molletonnés"). Tout est en acier.

Beau Couteau lame robuste à la turque acier carbone de 100 mm avec contre tranchantManche plaquettes : en rhodoïd blanc de 110 mm

Rivets molletonnés Belles mitres en acier

Ressort et platines acier

























El aurillac, que así se llama el modelo de arriba, era llamado cuando surgió a principios del XX  le vigier, por el cuchillero de Aurillac, departamento de Le Cantal, Guillaume Vigier. Esta región ganadera, de pastores y vaqueros, careció hasta ese momento de navaja propia. Fue fabricado en Thiers y adoptado con entusiasmo por los paisanos del Cantal. Frecuentemente tenía también una leznilla para punzar la panza de los animales meteorizados y para reparar los aperos de cuero.

El modelo superior presenta, como es norma, hoja de sauce con falso contrafilo, cachas de cuerno, ojos de perdiz en acero y latón, mitras y platinas también en acero.La marca es 74 ST Joanis Mondiére.

Lame feuille de sauge acier carbone de 85 mm
Contre tranchant
Manche avec plaquettes en belle corne de bovidé flammée de 105 mm
Rivets et rosettes en laiton. Mitres en acier,
 platines acier.


martes, 17 de diciembre de 2013

3 LAS NAVAJAS EN EL RECUERDO: EL PRIMO MARCIANO Y EL ORIGEN/ PHOTOS COUTEAUX YSSENGEAUX ET LE DONJON

El primo Marciano miraba con la picardía de quien sabía todo, es decir, todas las debilidades humanas y las había vencido -a fuerza de probarlas, que no de resistirse-. Su sonrisa -sonreía con los ojos- era bullente hasta el ronquido. Nos recordaba al mejor Errol Flynn que aparecía en las sesiones de tarde. Un delicuente de poca monta reconducido a la bondad. Pero el  primo también hizo de las suyas, creímos, y eso nos atraía como moscas al gazpacho.

Apareció un sábado con unos presentes para mis hermanos: dos escabillos para escabuchear cenizos. Fue lo más grande de ese verano. Unas herramientas diminutas, óptimas para las manos de niños. Imagínese la reata de burra, campesino, cabrillas, aperos, niños, merienda y escabillos. Fomidable. Todo casi perfecto.

Y de todo me acuerdo cuando he visto el retrato de Marciano en esos museos. En el Real de Bruxelles, en el Rijksmuseum de Amsterdam, en Utretch, Gante...en el Prado. Particularmente me lo trae a las mientes el autorretrato de Rubens. No parecía un andaluz de postal, era un andaluz de verdad con sangre de lejos y de cerca -claro-. Su cara aparece repetida en los cuadros de Brueghel el Viejo y el Joven cuando pintan esos pueblos helados, de pecadores o locos, con tanto jolgorio...


(Esta navajuza ya ha sido mostrada en una serie anterior para presentar el "donjon".)














La navaja superior lleva el nombre (Donjon) de la ciudad homónima situada cerca de Vichy. Era principalmente utilizado por los hortelanos para cortar las verduras en el campo; se caracteriza por su hoja ancha y su extremo redondeado. Se dice que esto último fue una evolución de otras navajas cuyo mango acababa en forma de  pico -tipo cabritera española-cevenol francesa (?)- que agujereaban los bolsillos. Estaba especialmente extendido por la Saône-et-Loire, l'Ain et la còte d'or.

El de la foto tiene cachas de carnero, pernos de acero con ojos de perdiz de latón; mitras, platinas, muelle y hoja son de acero al carbono.

Forte lame pied de mouton acier carbone de 95 mm
Manche avec plaquettes corne de bélier de 120 mm
Rivets acier avec rosettes laiton
 mitres en acier

Ressort et platines acier










Se trata de una navaja tradicional francesa llamada Yssengeaux; también se la conoció como "bourbonnais" por la forma de la hoja que lleva este nombre; también, como sucede en menor medida, se la conoció con el nombre del cuchillero,Chabrol-Sauvagnat- que la fabricó a finales del XIX (era la  "faÇon Chabrol"). Se trataba de un modelo rústico, con mango acabado en pico de "corbeau" (cuervo). A veces también se la añadía una lezna. Hoy se fabrican lujosos modelos con resorte limado y mosca (ya enseñaremos alguno parecido). 

El de la foto pertenece a la cuchillería 74 Saint-Joanis Mondière (produjo gran variedad de regionales que aún se pueden encontrar en buenas condiciones); está restaurado y las cachas se las han cambiado. Las platinas y mitras son de latón.

Ancien Yssingeaux 74 Saint-Joanis Mondière. Lame à cran forcé – acier au carbone / 90 mm . Platines et mitre laiton – cotes (refaites) corne bovine.  Ouvert 19 cms – fermé 10,5 cms. 

Bruegel "el joven", Pieter
Paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaro




Bruegel "el Viejo", Pieter
El triunfo de la Muerte
Hacia 1562





martes, 10 de diciembre de 2013

2 LAS NAVAJAS EN EL RECUERDO: EL PRIMO MARCIANO Y EL ORIGEN/ PHOTOS COUTEAU LE VIOLON

Me lo figuro, al primo Marciano me refiero, recortado en el quicio de la puerta baja, contra la solana. Su figura emergió tras el cortinerío antimosquil. Crespo de cabellera, ojos grandes e inquisidores, cabeza esculpida en mármol viviente - con  realismo brutal-. Delimitado, sí, por una orla cobriza y refulgente según la luz la hendiese. Así era el primo, membrudo, tonante de voz y colorado como el caldo de las gachas. Colérico y vibrante, según me contaron. Su humor fue en toda ocasión excelente ya que se hallaba en gatera extraña. Vestía con camisa blanca y alpargates de tela la mayoría de las ocasiones  salvo cuando lucía, entonces se montaba en unos zapatones de cabritilla muy aparatosos. Su paso era largo como su persona -y no de talla, que era recortejano como todos los hijos de la guerra o de la miseria, que van de la mano siempre-.


Ahí se reconocía, en su vestir, el hidalguismo de los hijos de la tierra, pues iba ataviado como algunos de los antiguos que quedaban en el pueblo, como el mismo abuelo. Allí no se cavaba, regaba, pastoreaba, labraba, ablentaba, trillaba o ni tan siquiera se iba al bar en trapillo de porcatero. Chaqueta, camisa de hilo -eso sí, de desconocida madeja-, boina o gorra limpia, pantalón de verano o invierno, cayado gentil, reloj Roskopf y navajuela. 








Esta tipología surge en Thiers a finales del XIX, por su forma fina, comparable a la del instrumento de música homónimo de cuatro cuerdas, fue preferido por el clero y la clientela femenina (al contrario de otros modelos que por su pujanza, robustez, materiales o tamaño  fueron pensados para un comprador rústico). Es, por tanto, vendido en toda Francia aunque en especial por la región de Dordogne (patria del Nontrom).


















Couteau violon (coutellerie Gabriel Tarrérias -J. T. R.- Thiers) – type originaire de l’Ouest de le France,  apprécié des ecclésiastiques, lame à cran carré – acier au carbone / 10 cms, platines et mitre en fer – cotes neuves (bois de cerf)  Ouvert 22 cms, – fermé 11,5 cms. 

Le premier a le manche refait en matériaux plastiques, et il a aussi les memes caracteristiques du deuxième.



Realmente, el que tiene las cachas azules es más bonito que el de ciervo, tiene iridiscencias preciosas, y el contraste entre un modelo clásico y el radiante del mango es muy atractivo.






La patente Roskopf permitió que hasta un campesino pudiera, si tenía el gusto y la capacidad de ahorrar unas perrillas, comprar un reloj (antes, las chaquetas y faltriqueras de los miserables estuvieran vacías también de horas...).



martes, 3 de diciembre de 2013

1 LAS NAVAJAS EN EL RECUERDO: EL PRIMO MARCIANO Y EL ORIGEN/COUTEAU RURAL "LA PALME"



Llamaban a la puerta como si Polifemo palmeara un cantarillo."¡Que soy yo, el primo Marciano!". Y todas las cámaras de la casilla temblaron. Se dejaba caer desde los Barcelonas, sin aviso ni prevención ninguna, como a la antigua, cuando nadie saludaba diciendo "¿Qué haces aquí?". Era la etiqueta de la cortesía. Nadie era rechazado, y más si era de la sangre. 



No venía a pasar una mañana, ni una semana, ni la quincena, ni...Lo que hiciera falta según el aguante del anfitrión que recibía. Y así fue. En una ocasión coincidió el primo, primo del abuelo, con nosotros; y durante unos días, mientras el emigrado se decidía a salir del nido y regresar a Cataluña, gozamos como niños que éramos de su  formidable persona.




Es una navaja de campesino y pastor, actividades complementarias pues ninguna -ni aun las dos- bastaban para sostenerse.  La hoja de punta caída y el filo recto son comunes a esta forma  extendida  incluso por el mar. Su punzón es una palma ("La Palme"). Las cachas no son las originales, seguramente de asta prensada fueran. En cuanto a la época, el período sería el de entre guerras. La cuchillería que lo produjo la  Sauvagnat-Boscher, creo. La hoja es de acero al carbono, las mitras y platinas, de hierro.