viernes, 27 de noviembre de 2020

1 LOS RECUERDOS DE LA CASA I. NAVAJA A ESTAJE DE RAFAEL WÍZNER CON CACHAS DE BOCOTE-COUTEAU ESPAGNOL DE RAFAEL WÍZNER EN BOGOTE.




NAVAJA A ESTAJE EN BOCOTE
DE RAFAEL WÍZNER











 LOS RECUERDOS DE LA CASA I

     Lo vio venir Wízner a Vizcaíno anadeando, teniéndose el vientre con la zurda, y con la diestra en movimiento de remolino, templando el propio sentir de su cuerpo.
  Sabía el cuchillero que el profesor padecía dispepsias estacionales, bien en la pascua de navidad, bien en la de  resurrección, cuando venía de sus esporádicas idas a las Alpujarras donde vivaqueaba en casa de unos parientes que le tenían guardada matanza...
     -¿Qué ha sido, que te veo contenido?
   -Ni más ni menos que tres boniatos asados, hermosos; media calabaza de miel asada...
     -¿Solo? Venga...
    -Y una sartenada de castañas. Castaña, y cucharada de pulpa tibia con regusto de caramelo.
     -O sea: tres cuartos de quilo de castañas.
     -Si no más.
     -Ya va saliendo. ¿Empujadas?
     -Sí
     -No me seas mostrenco.¿Con qué?
     -Pedro Ximénez.
     Les sirvió la pesadez gástrica de José Vízcaíno para echar la vista a las castañadas, a las familias que se remediaban con un lebrillo lleno de ese fruto cabe la lumbre.
     Pero habían quedado esa tarde a petición del profesor para que el cuchillero informase al afanoso imprudente -tal lo llamaba Wízner por una vez que lo oyó definirse así- de una serie de hurtos que habían alzado escama en el pueblo.
     -Roban -se explicaba Wízner- en las casas antiguas.
     -Viejas -le corrigió Vizcaíno.
   -En antiguas, digo bien, y en las viejas también. Han faltado aperos en las del campo. Arados de reja, horcas, rejas de ventanas, repujes metálicos de portalones, lozas, trébedes. Se han llevado hasta las tejas en la de Ramón Genaro.
     En esas se estaban cuando se vieron en las últimas casas antes de las vides. Como no habían quedado para paseo higiénico detuviéronse en la inclinada sombra de la albardilla de un tapial.
     -Vamos a reposarnos -y el profesor señalaba al cuchillero el poyo corrido que se acababa en un pilar de abrevarse las bestias.
    Como se quedaran atentos solo a sí mismos, cuando oyeron el indercadente petardeo de una moto, ambos la fijaron con la mirada.
     -¿Y ese? ¡Anda que el capricho!
Pasaban dos motoristas con sendas motos.
     -De esas, Rafael, ya no se ven. Una Montesa Impala, la primera; y la segunda, una Ossa.
     -Esos son catalanes; bueno, catalanes manchegos. Son de los Montera, padre e hijo. Paran en un casón de la calle San Roque, de herencia de una tía.
     Como el profesor no pegaba hilo, continuaba Wízner con la relación.
     -Eran muchos hermanos, una de ellos, la tía Ramona, casó con uno de los Perrillas, que tenía mucha hacienda. Mientras ella engordaba, sus hermanos se quebraban trabajando por el jornal miserable. Fíjate, José, que cuando iba a llevar la limosna al cura, se cruzaba con sus sobrinos que andaban descalzos.
     -¡Es que...!- se indignaba con sordina Vizcaíno.
     -Traspusieron a esos Barcelonas. Allí dicen que se han defendido bien en la obra.
     -Ya se los ve. Van muy puestos. Todo el arreo que llevan en la moto, el casco, la chupa, los guantes, las botas...Las propias motos. Las tienen maqueadas. Llevan hasta el cilindro donde se ponía parte de la documentación.
    -Sí, esos las restauran.
    -O las mandan restaurar.
     Por el poniente, ante sí, la lechosa claridad de la labrantía se iba difuminando en robines.
    -Están todo el día, desde que vinieron, con el culo en movimiento. O con las motos, o con un motocarro que alquilan y que traen con la carga entoldada.... ¿No te dice nada tu olfato? En el pueblo. ya se habla.
     Nada concluyó el profesor, que en aquellas fechas le entraba la melancolía de la tierra. Si la primavera allí defraudaba, no así, para él , la otoñada con las orlas de morados, naranjas y luces en tamiz.

     Movió Vizcaíno la mandibula hoyada indicándole a Wízner horizonte. En los lomazos leves, los hilos negros de las vides corrían entrecruzándose, y quedaban recortadas irregulares y difusas geometrías de claridades.

CONTINUARÁ


     NAVAJA A ESTAJE DE RAFAEL WÍZNER EN MADERA DE BOCOTE