jueves, 28 de enero de 2016

20 NAVAJAS DE ESPAÑA Y FRANCIA: NAVAJAS SOLSONESAS-COUTEAU JAMBETTE


Parecido razonable sino misma estirpe entre la presente y la anterior. Primas todas: solsonesa, jambette, le bonnet y la actual, le saint amans (seguimos la ortografía propuesta por C. Laduique). Piernecitas las cuatro, es decir, jambettes (daría para un curioso artículo la relación entre las piernas y las navajas, que aún  se dan en navajas figurativas a partir de la curva de las vedettes).
Las francesas son más nobles que la de Pallarés por materia de mango, que no por hoja y prestación. Esta jambette de la entrada, perdón saint amans (nómbrase una navaja y no un santo, por lo que se resuelve en minúscula). 
Parece que fue fabricada en Thiers desde fines del XIX, y su mercado fue el sur del Macizo Central, y se lo encontraba particularmente en la Aquitania. 




 Su conformación es la conocida de hoja de sauce con la punta ligeramente caída, hoja en acero al carbono, cachas en vacuno con tres prominentes ojos de perdiz o "rossettes", con muelle de pistón sin bloqueo. Hoy lo difunde la maison Courty et fils de París. Lleva escrito Le Saint Amand (con d y no s). Y, creo, que lo fabrica la maison Issard. 




viernes, 22 de enero de 2016

19 NAVAJAS DE ESPAÑA Y FRANCIA: NAVAJAS SOLSONESAS-COUTEAU JAMBETTE


 La primera se vio en la feria de Játiva sino fue en la ferretería Guiard de la carretera en Tíjola. En pesetas se compró, por muy pocas. Y cortaban y no bailaban de hoja. Se regaló alguna a Ramón, que antes solo tuvo palanquillas flojas. La primera le durara hasta que se la cayera al brasero y el plástico se le derritió. Otra tuvo que le duró para siempre.

Fue al amigo Manolo Miralles, que vive cerquilla de la ermita de San Sebastián, al primero que le oí decir "Esa gabacha corta la Virgen". Y a continuación la motejó de "alcachofera" dado que por ahí abajo (refiriéndose a la huerta del Sur de Alicante) la tienen para esos menesteres por plana y por oficio.
Llamaran la atención estas por ese pergeño antiguo de cuerno pulido y ajado, con las rosas (ojos de perdiz) y la divisa golpeada en incisión más arribilla del recazo.



De la cuchillería en Cataluña habrá mucho que decir, a ambos lados de los Pirineos (las Cataluñas fueron una casi que se tenía entre España y Francia). Eso, las vecindades y la tradición hicieron que en esta área marginal de la producción cuchillera se lograran las más eficaces jambettes (solsonesas) de todo el orbe, por baratas y buenas. Aquí, Cataluña, se obraron otras parecidas según la localidad así como otras que con cierre de palanquilla eran de meritorio sabor hispánico. Hoy las catalanas (nord-catalanes) se restringen a unas con cierre de ventana, hoja de sauce y rebajo espigado de latón. 


La maison Solsona ha espabilado tanto que su catálogo es digno de calidades. De lujo, en asta y con cierre de palanquilla, de pistones y astas de carnero, toro y ciervo, en maderas de boj, olivo, encina, ébano...en carbono e ínox (labran, incluso, las cachas). Cuchillos de remate y monte, tijeras, de oficio...Todos con aire rústico y cortador. Tanto gustan que, al modo Opinel, son personalizadas estas gabachas o solsonesas por todo quídam que se inicia en la cuchillería del arte pues se prestan a lisuras o crespados.





sábado, 16 de enero de 2016

NAVAJAS OPINEL EN OLIVO Y NONTRÓN EN ÉBANO-COUTEAUX OPINEL EN OLIVIER ET NONTRON EN ÉBÈNE



Son estas las únicas que SS. MM. los RR. magos me han hecho llegar. Ahora por las pascuas de navidad, cuando los flojos copos de nieve debieran flotar en el patio de luces antes de disolverse entre las losas. Ahora que el frío de menos se echa y que las acacias conservan todavía las hojas tiernas y verdes, ahora que la crudeza del invierno ha rehusado la visita,  acude la palabra: Rosebud.

Ni esta ha asomado a los labios, ni siquiera la película de Capra se ha visto por lo que la rememoración se concibe con la dificultad del milagro. Quién sabe si se logrará.



Nontron. Le toca a esta no por orden alfabético sino por nacimiento. Se ha dicho que es el cuchillo  más antiguo de Francia (poco más o menos se ha afirmado que Bruto lo utilizó en el parricidio -o que algún reyezuelo se lo encontró en la espalda mientras charlara con sus barones bajo un sorbier-).



Parece que fue fabricado, previa concepción, por la familia Petit (consúltese Camille Pagé) en Nontron, Dordogne. Corría el XIX, y no el XIV como les gusta explicarse a los nontroneses al referir la historia del "más viejo cuchillo de Francia". Empezó con un mango terminado en bola-cetro, a fin del XIX se le terminó en cola de pez (queue du carpe), antedeayer, en los cincuenta, se le añadió el remedo de un zueco; hoy se le ha añadido doble virola y taraceas de esencias nobles y aluminio... Parece que la virolilla que gira no la tuvo desde siempre sino que  se le añadió también en el XIX cuando un espabilado nontronés cambió los dos clavillos por el ingenio (es decir, el gadget lo tuvo mucho antes que la Opinel). Parece, creo, que hoy es monopolio de las Forges de Laguiole depuis 1995. 



Su hoja suele ser de sauce (a veces a la catalana -que quiere decir a la española-, de estaje), la virola en los modelos corrientes es de latón, y el mango en boj, pirografiado con uves invertidas y puntos (quiere la propaganda que sea de inspiración moruna, masónica...). 

La rememoración me llega de una mirada fugaz, sobre una caja que un feriante tenía descuidada cabe su puesto en la feria de Játiva de 198...Madera amarilla, relumbres dorados y puntos negros como moscas. No supe lo que viera hasta que leí El mundo de los cuchillos, de Mouret. Los tuviera desde entonces en el capricho hasta que en la cuchillería Nebot adquirí los primeros.







Del Opinel ya se dijera en la entrada anterior, y ahora poco se diría se necesario no fuese. Ambos de virola, la del Opinel tiene en la actualidad una incisión inferior que impide la apertura casual, no así la del Nontron. Tiene este, en cambio, una tapita superior que protege el cabo de madera y que la cierra, no así la de la Opinel. En los cabos también habría que notar distinciones: la del Opinel tiene una muy suave curvatura en lo que es una sección cilíndrica; el cabo de la Nontron es más fino y ahusado, con una sección decreciente hacia el extremo inferior (la sección de más grosor la tiene hacia la hoja, lo que le da mucha comodidad al empuñarlo, caso prácticamente único entre los regionales franceses). Se diferencian tanto más en el extremo en el que acaba, en cuña siempre en el Opinel, y en zueco, bola, cola de pez o virola en el Nontron.
Le falta a este una hoja en carbono y no en T12, que no es lo que corresponde al cuchillo más antiguo del Hexágono.














Rememoro ahora la ocasión en que se fue a la armería Mallove de Játiva a comprar mis primeras navajillas. Se reparó que en el escaparate había varias navajas Opinel que, aunque se conocían vagamente, jamás se habían tocado. "Se ponen feas, se oxidan...Cortar todas cortan, pero estas no se ponen sucias". Y así el vendedor endosó tres navajillas por unas 400 pesetas, si llegaron. Ninguna valía un bledo: todas en plástico, con el punzón grabado al ácido en el que se recurría al origen (Albacete). Después se reparó la indecisión aunque pasó más de un año y de dos. Fue en la armería Ruiz, en Baza. Y aún se tiene, y aunque se ha usado (bien que poco) la hojilla sigue limpia, casi como la claridad de la  sangre de un hijodalgo español.






viernes, 15 de enero de 2016

18 NAVAJAS DE ESPAÑA Y FRANCIA: NAVAJAS TONEL-COUTEAU LE TONNEAU



Cuando el tiempo no se administra y pasa con la dulzura de la inclinación de los sauces en la torrentera se puede llenar de anhelos el corazón desocupado. El tonel sin fondo que se intenta en vano buscar el colmo. Inútil resultara entonces los afanes si no se llena de gozo el sufrido escribidor, retratista, paseante u observador.  La inutilidad de la existencia se muestra esquiva atándose a los afectos uno de los objetos amables.

Se prestan estos tonelillos a la metáfora divagante. Toneles sin fondo las navajas. Se pediría ser ajusticiado con las efusiones angélicas de los regios mostos encubados como contó aquel. Clasificar las sutilísimas disimilitudes entre los muestrarios de los cuchilleros vecinos -liviandad de los parecidos entre las piezas todavía daría para más serios afanes- por parecida muerte -o vida- se tendría según quien. 




En estas se esté uno y mírese dentro del tonel para ver calidad y bondades. Por limpieza y pulido adorno en seguida se ve la mejoría. El de Lacaze excede en luces, en recortes cuidados de las cachas, en rareza de la materia moteada o, mejor, atigrada, en limazos y frivolidad. 


El paraguas si se abre echará a volar con los élitros en la tarde. Cofrecillo de utilidades, de adminúculos tesorillo, y de acero al carbono verdades. El asta refulge en la mitad de sus hechuras y se quiebra en las lindes, con quiebras pálidas que la afean. Sobresale en latón, en pernillos, en peso y en precio. 









Nada de lo que alza o derriba a las francesas tendrá la hispana. Debilidades en el muelle, en la hojilla delicada, en las delicaduras de las cachas, en la industria que falsea la naturaleza trocando madreperla de Manila por plástico, en  las formas menudas y cambiadas, en la punta que se centra para no caer... Más pinchadora de aceitunas que nada. Juguete de escolar o de apedreante de canes. De este tipo son las que se solía vender en barato, que ahora son desproporcionados engorros inútiles que se importan de la China o del Pakistán. Pececillos boqueantes de la charca seca. Aún relumbran y, contra todo pesar, contentan.



miércoles, 13 de enero de 2016

NAVAJA OPINEL CON MANGO DE OLIVO-COUTEAU OPINEL AVEC MANCHE EN OLIVIER



Navaja de reyes es esta pues en obsequio la recibí y la tengo. Una opinel de lujo, que de estas se hacen en fresno, olivo veteado, cerezo o boj; en su cajoncito pulcro de madera liviana que es guardado por una lámina de plástico grueso y traslúcido que deja  ver su funda y la leyenda de la empresa.

Las Opinel. Como se reservará para ocasión venidera el primer recuerdo, ahora se dirá de su origen y, otrosí, de su casta y fábrica. Se empezará por el final diciendo que es Opinel hiperónimo de navaja, de modo que para invitar a almuerzo se dirá tanto "¿Tienes tu Opinel?", como "¿Tienes tu navaja?". En ese país todos los que usan de ellas las poseen como su primera navaja, como la de uso diario, como la de caza o pesca, la de almuerzo y la de oficio (por muchas más que se posean).





Joseph Opinel ("Opinel" fue también apellido) se decidió a fabricarlas por 1890 (se dice que la creó pero eso sería mucho decir...) en la Savoie para los paisanos montañeses que venían al pueblo de Saint Jean de Maurienne a ver civilización. 




La mano coronada de la hoja apareció más tarde, en 1909. Se trata, por supuesto, de la mano diestra que levanta tres dedos; es emblema-escudo que aparece en las casas del mencionado pueblo de Saint Jean; pues resulta que su iglesia catedral, según una bella leyenda, guarda (?)
los tres santos dedos que el Bautista levantó sobre Cristo en el Jordán. Lo de la corona remite al tiempo en que La Savoie era ducado. Es este su éxito mayor, el de hablar de la historia, de la gente y de Dios. 



La virola (bendita virola...) tiene mucho que decir -o muy poco- en el éxito que no previó Joseph. Una navaja barata y con seguro. No se entrará al trapo ahora, que de virolas se tiene hartura de su origen. Esta virola, digo, traba una hoja bien en acero al carbono, bien en inox. La regla era que si el color de la marca (OPINEL) está en negro sobre el mango, la hoja será al carbono, si está en rojo, en ínox. No se cumple siempre esto, que cuando la serie no es la corriente, como el caso que aquí se presenta, no aparece marca alguna (pero ni esto es constante).





Historia, etnografía, religión, bloqueo... Y más aún: la hoja. Una Opinel presenta una de punta alta, a la española, pero sin recorte o estaje. Una hoja con curva y punta, la perfección. Desuello y punzonamiento o estocada de liebre, cabrito pero también de oliva, serba o salchichón.













Para xiloteca las Opinel son óptimas, para amolarlas en una piedra de las que servían para majar esparto en Bayarque de Almería. Hoy son emblema de Francia y de tanta afección que incluso se ha visto como un francés compraba una en la cuchillería de la plaza del Altozano de Albacete, en donde tantas palanquilles había y tan bien compuestas.

Solo se dirá que su virola es más de ayer que de siempre, pero no adelantemos lo que no conviene; sí su excelencia, así como la de quien la regaló. Merci beaucoup.



sábado, 9 de enero de 2016

17 NAVAJAS DE ESPAÑA Y FRANCIA: NAVAJA TONEL ESPAÑOLA-COUTEAU LE TONNEAU



Cumple esta y guarda las apariencias en la mayor parte de sus correspondencias. Mírense las virolillas con líneas incisas, mírense las simetrías, el volumen cilíndrico de cigarro fino, el resorte de pistón...y el apaño rústico y general. No las guarda la hoja, de punta centrada o  borbónica, que debiera ser de estilete inglés, es decir, de punta caída y filo recto o pata de oveja.


No sea esta la más usada, no la más hallada, no la más fabricada. No, no se ven tonelillos en los rastros, almonedas, anticuarios o museos. Hefesto no los haya encontrado. Sí alguno maltrecho sino descompuesto. Fue, el que se presenta, adquisto en los puestos de lance del puerto de Barcelona. Lo tenía una rusa que usaba bata floreada y pintalabios carmesí que también floreaba la ajada blancura de su rostro, redondo e infinito como la estepa que describía Sholojov... Se le regateó y no hiciera esfuerzos pues aceptara la mitad de lo pedido, con lo que se tiene por cierto que en realidad no cediera en nada en su previsión. Junto al pequeño había uno grandón, de cachas acrílicas rojas que ya no sostenía su hoja sino que malamente la guardara. Otro solo más se vio en ocasión diferente y distinto mercado; como estuviera más para retiro que venta, allí se estuvo con su dueño calé.








El punzón da testimonio de su lugar de nacimiento pero nada del taller que lo montó o del almacenista que lo vendiera. Aún pistonea algo, pero por respeto no será afilada la hojilla de olivo que tanto tiempo estuvo abierta o cerrada, aunque quieta.