jueves, 4 de enero de 2018

14 NAVAJA BOULEDOGUE ISSARD-COUTEAU BOULEDOGUE ISSARD

EPÍTOME
La Manufacture d’armes et cycles de Saint-Étienne (42), es ahora casi tan famosa como lo fuera durante buena parte del siglo pasado. Los culterófilos han encontrado en su celebérrimo catálogo información fresquísima sobre la cuchillería clásica francesa, algunos de cuyos modelos, por cierto, fueron creados y difundidos por la "Manu," como el Bouledogue.




Este fuera producido, como se ha torpemente explicado,  durante varias décadas sin alterar su forma (salvo la adición o sustracción oportuna de punzón, sacacorchos u hoja cortaplumas), lo que ocurrió ya casi en los 60. 


Mediados los 30, la Manufrance recurrió a Thiers para abastecerse de este modelo. La casa Sannjust-Ainné se quedó finalmente con la producción. De todas formas, Marcel Issard hizo lo que otros cuchilleros, un prototipo que no seguí exactamente las condiciones estrictas del "cahier de charges". Este pasaría al amplísimo catálogo de la casa, y bastaría ver una de sus marmottes para notar de qué manera el mencionado prototipo sostuvo esta cuchillería.

(PARA MÁS INFORMACIÓN:
FORUM COUTEAUX DE POCHE )







Quede por dilucidar la cuestión primera, la de la fuente: fue creación ex nihil de la Manufrance o esta lo vio en panoplia ajena, en concreto la de Estados Unidos con su sunfish o elephant toenail... En Francia lo tienen claro, casi tanto como lo del Laguiole. Su razón tienen, pues siempre es posible aducir la inspiración para desterrar el plagio industrial. Sea como fuere, la Manu hizo de él un producto de empresa, lo adaptó al gusto de sus clientes, lo hizo evolucionar quitando o sumando elementos a desplegar. En este sentido es parte de los falsos mitos y de las verdaderas afecciones. Tan francés como el croissant, que vino de Austria, o como el laguiole, de inspiración hispánica. Lo mismo ha sucedido con más de un modelo de los llamados "regionaux" (Pradel, Alsacién, piamontais, jambette...). Triunfó por su desmesura, por su patern clásico (la elipse planetaria), por la machacante propaganda del catálogo y por la tradición (que siempre tiene una dosis fuerte de irreflexión).





No hay comentarios:

Publicar un comentario