Didier Charbonne, de Valence -que allá también haya Valencias- toma en verano la derrota de la isla de Ré, empapada de rocío atlántico toda estación. Allá hizo migas con otro boticario de navajas, Luc Normand. Masticando ostras concibieron la oportunidad de que en el islote hubiese cuchillo con su nombre: couteau de l'île de Ré, le Rétha (del patois local).
Curvilíneo en lomo de hoja y en las cachas: oleaje movido de costa del Canal. Puede asirse la mano a la ola resbaladiza con ergonomía de tritón. Craso espesor en el lomo, y punta que es la diana de las ondas de la navaja. Acero corriente 12C27, que ya ha sido superado por la numeración siguiente. De pistón, con muelle recio (à cran forcé, que se dijera allá). Parece que lo montan con dos hojas, una ostrera (también esta la montan sola en otra versión, para los que degusten el molusco o lo frecuenten); para los regatistas pican el filo como cordillera.
Madera de olivo, palisandro, boj o bois d'épave que recubren gruesas platinas. Se trata de una navaja robusta y encabritada pues su muelle es brusquísimo (algo menos que cepo de oso). No es un artículo bien acabado por lo que cuesta, que faltan pulidos en las cachas, redondeos en los pernos, simetrías en las facetas o mesas, dulzura en el resorte... Dicen que David Ponson lo consigue pero a un precio 10 veces superior, si acaso.
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