sábado, 16 de enero de 2016

NAVAJAS OPINEL EN OLIVO Y NONTRÓN EN ÉBANO-COUTEAUX OPINEL EN OLIVIER ET NONTRON EN ÉBÈNE



Son estas las únicas que SS. MM. los RR. magos me han hecho llegar. Ahora por las pascuas de navidad, cuando los flojos copos de nieve debieran flotar en el patio de luces antes de disolverse entre las losas. Ahora que el frío de menos se echa y que las acacias conservan todavía las hojas tiernas y verdes, ahora que la crudeza del invierno ha rehusado la visita,  acude la palabra: Rosebud.

Ni esta ha asomado a los labios, ni siquiera la película de Capra se ha visto por lo que la rememoración se concibe con la dificultad del milagro. Quién sabe si se logrará.



Nontron. Le toca a esta no por orden alfabético sino por nacimiento. Se ha dicho que es el cuchillo  más antiguo de Francia (poco más o menos se ha afirmado que Bruto lo utilizó en el parricidio -o que algún reyezuelo se lo encontró en la espalda mientras charlara con sus barones bajo un sorbier-).



Parece que fue fabricado, previa concepción, por la familia Petit (consúltese Camille Pagé) en Nontron, Dordogne. Corría el XIX, y no el XIV como les gusta explicarse a los nontroneses al referir la historia del "más viejo cuchillo de Francia". Empezó con un mango terminado en bola-cetro, a fin del XIX se le terminó en cola de pez (queue du carpe), antedeayer, en los cincuenta, se le añadió el remedo de un zueco; hoy se le ha añadido doble virola y taraceas de esencias nobles y aluminio... Parece que la virolilla que gira no la tuvo desde siempre sino que  se le añadió también en el XIX cuando un espabilado nontronés cambió los dos clavillos por el ingenio (es decir, el gadget lo tuvo mucho antes que la Opinel). Parece, creo, que hoy es monopolio de las Forges de Laguiole depuis 1995. 



Su hoja suele ser de sauce (a veces a la catalana -que quiere decir a la española-, de estaje), la virola en los modelos corrientes es de latón, y el mango en boj, pirografiado con uves invertidas y puntos (quiere la propaganda que sea de inspiración moruna, masónica...). 

La rememoración me llega de una mirada fugaz, sobre una caja que un feriante tenía descuidada cabe su puesto en la feria de Játiva de 198...Madera amarilla, relumbres dorados y puntos negros como moscas. No supe lo que viera hasta que leí El mundo de los cuchillos, de Mouret. Los tuviera desde entonces en el capricho hasta que en la cuchillería Nebot adquirí los primeros.







Del Opinel ya se dijera en la entrada anterior, y ahora poco se diría se necesario no fuese. Ambos de virola, la del Opinel tiene en la actualidad una incisión inferior que impide la apertura casual, no así la del Nontron. Tiene este, en cambio, una tapita superior que protege el cabo de madera y que la cierra, no así la de la Opinel. En los cabos también habría que notar distinciones: la del Opinel tiene una muy suave curvatura en lo que es una sección cilíndrica; el cabo de la Nontron es más fino y ahusado, con una sección decreciente hacia el extremo inferior (la sección de más grosor la tiene hacia la hoja, lo que le da mucha comodidad al empuñarlo, caso prácticamente único entre los regionales franceses). Se diferencian tanto más en el extremo en el que acaba, en cuña siempre en el Opinel, y en zueco, bola, cola de pez o virola en el Nontron.
Le falta a este una hoja en carbono y no en T12, que no es lo que corresponde al cuchillo más antiguo del Hexágono.














Rememoro ahora la ocasión en que se fue a la armería Mallove de Játiva a comprar mis primeras navajillas. Se reparó que en el escaparate había varias navajas Opinel que, aunque se conocían vagamente, jamás se habían tocado. "Se ponen feas, se oxidan...Cortar todas cortan, pero estas no se ponen sucias". Y así el vendedor endosó tres navajillas por unas 400 pesetas, si llegaron. Ninguna valía un bledo: todas en plástico, con el punzón grabado al ácido en el que se recurría al origen (Albacete). Después se reparó la indecisión aunque pasó más de un año y de dos. Fue en la armería Ruiz, en Baza. Y aún se tiene, y aunque se ha usado (bien que poco) la hojilla sigue limpia, casi como la claridad de la  sangre de un hijodalgo español.






No hay comentarios:

Publicar un comentario