domingo, 8 de noviembre de 2015

2 NAVAJAS MINIATURAS O DIJES-PETITS COUTEAUX BRELOQUE





Monstruos, deformes, portentos, esperpentos, hybridos, engendros acicate son de la filosofía sino origen; que excitaron la inquisición sobre la armonía del número, de la consonancia, de la finalidad de del tropel de criaturas naturales (bestias, plantas y lapidarias). Claroscuro fueron concebidas, en el panorama sublime del conjunto de la creación que el pincel pinta. Por contraste, estímulo de la proporción, de la idílica concomitancia que el creador puso desde su olimpo. 














Que castigo simbolizaran en su desproporción traía adherida la armonía que volvía mansa la mirada contemplativa. La reparación la traían los diminutos atlantes en sus lomos con la leyenda de la infamia.
La fealdad que no se quiere ver se arrincona en estos seres que son depositados en los umbrales de la vigilia y el sueño; maléficos y pueriles dado su tamaño de niños se tornan a veces, en los bosques (Blancanieves se sirvió de ellos), benéficas emanaciones.








Así sean sus navajas, primores de juguete y no herramienta; miniaturas que contienen ojos de cerradura a través de los que se el sueño de los que duerman. Su manufactura es de espectáculo y su composición hecha con adminículos improbables es más de hechizo que de taller registrado. No se concibieron para el corte de la vianda sino para la gollería conventual, para el empiñonado y el pan real, que no para el jarrete. Bululú hubo que pusiera en la faltriquera de una enamorada virginal una navajuela de nácar de Manila, como hiciera Visconti en el Gatopardo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario