PRIMERA
PARTE: DOS MISTELAS FRÍAS Y UNA NAVAJA
Corría aire de abajo, calentorro ya a las ocho pasadas cuando José Vizcaíno, alias Prefecto, se encontró en el Marimonte con Rafael Wízner, cuchillero jubilado y agricultor entretenido.
-El
madrugón del pelegero... -Entraba ahora Wízner por las escalerillas
y apartó las cortinillas de canutos con sonreír jovial-.
-...Que
le daba el sol en el culo y decía que era un lucero -completó el
cuchillero.
Compartiendo
barra y degustando el café amargo que hacía El Manquillo, se están
dos números de la Benemérita recién llegados al pueblo. No
tardaron en endilgarse el laxante y echar para fuera. Cuando se oyó
el motor del todoterreno, Vizcaíno ya le había confiado a Wizner lo
que había oído y departido con los civiles.
-Lo
que yo le diga, Rafael... Le han arrancado a Anastasio el del banco
más de quinientos plantones de olivo recién puestos. -Era Anastasio
el factótum de Santa Cruz; empezó de botones y acabó de director
de la sucursal. Se había metido a constructor cuando la burbuja aún
no se nombraba así. Su hermano había sido condenado por tráfico de
estupefacientes; pero a él, perro listo y viejo, no se le conseguía
probar nunca nada-.
-No
es novedad, ya ayer por la noche se sabía eso. -Se hinchaba Wízner
de adelantarse a su amigo-. Y más sé.
-No
se estriña, y vomite...
-Le
cortaron al parecer las gomas del goteo; en trozos de metro. Un
destrozo de 10000 euros.
Se
interrumpieron para pedirle al Manquillo los cafés y sendas mistelas
frías.
-
A este mismo -rememoraba Vizcaíno- ¿no fue a quién le rompieron la
maquinaria del pozo?
-Sí,
y se llevaron cobre por valor de unos 200, pero el destrozo fue de
4000.
-Chirría,
Rafael. Y no cogerían a nadie, seguro.
-Estuvieron
los municipales preguntando en lo de la hermandad de regantes, y al
final molestaron a los rutanos de la casa de la iglesia.
-¿Rutanos?
-Una
zumba de los parroquianos. Pregúntale al Manquillo. Es para nombrar
a los gitanos rumanos y diferenciarlos de los otros, los nuestros.
-Y
al final ¿en qué quedó lo del cobre? ¿Fueron los desgraciados de
la la casa de la iglesia esa?
-No.
Y en la chatarrería del Patas tampoco se sacó hilo.
Estuvieron
dándole vueltas y madurando hipótesis en tanto que se enfriaban los
cafés. Trasegadas las mistelas y endulzado el paladar, Antonio
Vizcaíno soltó calculador el dato.
-Han
encontrado una navaja.
-¡Contro!
¿Y se ha callado usted eso? Suelte.
-Estaba
hundida en la huella de humedad de uno de los plantones llevados. La
tomó justamente el que le cuida las tierras a Anastasio. Multiusos,
antigua o vieja, punzón francés. LLevaba enganchada en una anilla
una pequeña llave de secreter y un lazo. -Todo esto lo había visto
Prefecto en la pantalla del teléfono de uno de los números que
había estado allí junto a ellos y con los que coincidía cada
mañana desde que comenzaron las vacaciones en el instituto-.
José
Vizcaíno, alias Prefecto, profesor de filosofía, tenía mano con la
judicial por aquello de aficiones pesquisitorias y lazos familiares.
Hermano de policía, tenía olfato y gusto de interesarse por todos
los casos, insignificantes los más, que allí de tanto en vez se
daban. Quedaron, tras consulta, telefónica, en ir al cuartelillo por
la tarde, para que el cuchillero jubilado viera la única prueba: la
navaja.
-¿Y
si tomamos su Berlingo y, de paso a su finquilla, nos damos garbeo
por lo del Anastasio? Ya sabe que leer el lugar sin su compañía me
será difícil. -No remanecía el profesor de allí, y en lo de
lugares y gentes, tenía lagunas, y precisamente manchegas-.
-Valiente
compaña te has negociado, Antonio.
Y
pensando en navajas uno y otro, tomaron rumbo por los caminos secos
del verano formando desfiguradora polvareda.
Fue
Rafael cantando nombres de pagos y de dueños: El chaparral, La
fuente del pino, Aldalí, El arregosto, El obispo, La algaida...
-Y
ahora, Antonio, ya viene la que buscamos. -Y señalaba Wízner
sacando el antebrazo por la ventanilla, la revuelta del caminal.
-¿Y
eso? -miró Prefecto por su ventanilla apuntando con el dedo
indicador; luego continuó una traca de preguntas-. ¿Y eso? ¿Qué
es? ¿De quién es? ¿Qué hace ahí? ¿Y esa niña? ¿Y ese
poney?...
(CONTINUARÁ)
COUTEAU MULTIFONCTIONS VERITABLE ENÉ
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