jueves, 27 de julio de 2017

1 NAVAJA MULTIUSOS FRANCESA-COUTEAU MULTIFONCTIONS-RELATO CORTO "LAS NAVAJAS DEL VERANO"






PRIMERA PARTE: DOS MISTELAS FRÍAS Y UNA NAVAJA

Corría aire de abajo, calentorro ya a las ocho pasadas cuando José Vizcaíno, alias Prefecto, se encontró en el Marimonte con Rafael Wízner, cuchillero jubilado y agricultor entretenido.
-El madrugón del pelegero... -Entraba ahora Wízner por las escalerillas y apartó las cortinillas de canutos con sonreír jovial-. 
-...Que le daba el sol en el culo y decía que era un lucero -completó el cuchillero.

Compartiendo barra y degustando el café amargo que hacía El Manquillo, se están dos números de la Benemérita recién llegados al pueblo. No tardaron en endilgarse el laxante y echar para fuera. Cuando se oyó el motor del todoterreno, Vizcaíno ya le había confiado a Wizner lo que había oído y departido con los civiles.
-Lo que yo le diga, Rafael... Le han arrancado a Anastasio el del banco más de quinientos plantones de olivo recién puestos. -Era Anastasio el factótum de Santa Cruz; empezó de botones y acabó de director de la sucursal. Se había metido a constructor cuando la burbuja aún no se nombraba así. Su hermano había sido condenado por tráfico de estupefacientes; pero a él, perro listo y viejo, no se le conseguía probar nunca nada-.
-No es novedad, ya ayer por la noche se sabía eso. -Se hinchaba Wízner de adelantarse a su amigo-. Y más sé.
-No se estriña, y vomite...
-Le cortaron al parecer las gomas del goteo; en trozos de metro. Un destrozo de 10000 euros.

Se interrumpieron para pedirle al Manquillo los cafés y sendas mistelas frías.
- A este mismo -rememoraba Vizcaíno- ¿no fue a quién le rompieron la maquinaria del pozo?
-Sí, y se llevaron cobre por valor de unos 200, pero el destrozo fue de 4000.
-Chirría, Rafael. Y no cogerían a nadie, seguro.
-Estuvieron los municipales preguntando en lo de la hermandad de regantes, y al final molestaron a los rutanos de la casa de la iglesia.
-¿Rutanos?
-Una zumba de los parroquianos. Pregúntale al Manquillo. Es para nombrar a los gitanos rumanos y diferenciarlos de los otros, los nuestros.
-Y al final ¿en qué quedó lo del cobre? ¿Fueron los desgraciados de la la casa de la iglesia esa?
-No. Y en la chatarrería del Patas tampoco se sacó hilo.

Estuvieron dándole vueltas y madurando hipótesis en tanto que se enfriaban los cafés. Trasegadas las mistelas y endulzado el paladar, Antonio Vizcaíno soltó calculador el dato.
-Han encontrado una navaja.
-¡Contro! ¿Y se ha callado usted eso? Suelte.
-Estaba hundida en la huella de humedad de uno de los plantones llevados. La tomó justamente el que le cuida las tierras a Anastasio. Multiusos, antigua o vieja, punzón francés. LLevaba enganchada en una anilla una pequeña llave de secreter y un lazo. -Todo esto lo había visto Prefecto en la pantalla del teléfono de uno de los números que había estado allí junto a ellos y con los que coincidía cada mañana desde que comenzaron las vacaciones en el instituto-.  

José Vizcaíno, alias Prefecto, profesor de filosofía, tenía mano con la judicial por aquello de aficiones pesquisitorias y lazos familiares. Hermano de policía, tenía olfato y gusto de interesarse por todos los casos, insignificantes los más, que allí de tanto en vez se daban. Quedaron, tras consulta, telefónica, en ir al cuartelillo por la tarde, para que el cuchillero jubilado viera la única prueba: la navaja.

-¿Y si tomamos su Berlingo y, de paso a su finquilla, nos damos garbeo por lo del Anastasio? Ya sabe que leer el lugar sin su compañía me será difícil. -No remanecía el profesor de allí, y en lo de lugares y gentes, tenía lagunas, y precisamente manchegas-.
-Valiente compaña te has negociado, Antonio.

Y pensando en navajas uno y otro, tomaron rumbo por los caminos secos del verano formando desfiguradora polvareda.

Fue Rafael cantando nombres de pagos y de dueños: El chaparral, La fuente del pino, Aldalí, El arregosto, El obispo, La algaida...

-Y ahora, Antonio, ya viene la que buscamos. -Y señalaba Wízner sacando el antebrazo por la ventanilla, la revuelta del caminal. 

-¿Y eso? -miró Prefecto por su ventanilla apuntando con el dedo indicador; luego continuó una traca de preguntas-. ¿Y eso? ¿Qué es? ¿De quién es? ¿Qué hace ahí? ¿Y esa niña? ¿Y ese poney?...

(CONTINUARÁ)



COUTEAU MULTIFONCTIONS VERITABLE ENÉ












No hay comentarios:

Publicar un comentario