sábado, 14 de septiembre de 2013

IV FERIA DE CUCHILLERÍA ARTESANAL (KNIFE SHOW) DE EXHIBICIÓN Y VENTA "CIUDAD DE ALBACETE" : NAVAJA DE JOSÉ BENITO BREA

Cruzose los llanos con la banda sonora de Radio Futura después, y los Carmina burana musicados por C. Orff primero. Nada más sensitivo y simbólico que esta última música coral, tan llena de contrastes y matizaciones  blandísimas que parece que en pleno estío, los eriales florecen, el rocío perla los rastrojos y las alondras se cortejan en lo alto. No es el de Nogent, Nontron o Thiers, pero uno esperaría que se concitaran manos de otros contornos, de otras habilidades, de otros acentos (los pakistaníes no responden a esta pulsión). Es lo que hay, que diría el castizante. 

ARTESANO COMPONIENDO MANGO DE CUCHILLO CANARIO
 Hogaño los invitados eran los taraceantes cuchilleros canarios (el plural aquí es abusivo, claramente). Son hermosos útiles los que componen, y nunca mejor traída la palabra pues de cuerno, plateadas o cobrizas planchas delgadas y geometrías en tocata y fuga o en retorno. Su hoja es la del antiguo bowie, la de la antigua daga mediterránea, española..Han sido tan imitados, traicionados -en Albacete mismo- que su subsistencia es tan incierta como la del rinoceronte javanés. 


 AQUÍ LA DIRECTORA DEL MUSEO ATENDIENDO A LA DEMOSTRACIÓN









 Qué ocasión sería si se entrase en la subterránea cueva donde se da la exhibición-venta y que hubiese uno con surtido de machetillos, de estajes encallecidos, de gruesas capaoras, con santacruceñas de tacón, con cortaplumillas de Ibi, ripollesas o solsonesas, de navajuelas de propaganda hechas en Solingen o Sheffield, de nácar, de plata inglesa, de tortuga...La reflexión en el coleccionismo, es la última etapa del mismo (solo hubiera otra posibilidad que la superara, pero no nos adelantemos). Los brocantes franceses se especializan  y acuden aux  salons des couteaux. No aquí. Yo, si las que adornan la recepción del museo, las baratillas que se voceaban en los trenes, las figurativas que más juguetes que útiles son, las que fotografían el día en que se vendieron (qué curiosas las de celuloide con los ídolos de hace casi un  siglo en inclusión dentro de las cachas: toreros tan ignorados como el propio escultor de los frisos del Partenón cuya cara es la de los soldados que fotografiara  Roberto Capa), yo, digo, no mirara más y llenara mi bolchaca de estas.











MESA DE DIEGO CASTILLO

 JM GALOCHA
 Lo primero que se ve -y yo, Hefesto, que trabajo en oscuro y tengo los ojos hechos al destello y a la tiniebla lo percibí en seguida, que otros no por la falta de teas- fueron tres o cuatro puestecillos entre los cuales enseguida se vio el pergeño de Diego Castillo. Se miró aquí, allá; se tentó esta, aquella; se manoseó las cachas de marfil o ciervo; y sobretodo, se comprobó la firmeza de la hoja a la altura de recazo para despreciar las que aun muy ligeramente se movieran. Pasose a la estancia principal, y como no se podían hacer fotos - una voz en of nos lo hizo saber impersonalmente en cuanto se sacó la cámara- citárase de memoria: no estaba Don Amós, ni Juan Vergara, ni Celaya -creo-, ni los J J Martínez... Sí, Pelagus, cuyas navajas esculpidas y mórbidas eran dignas del de París (SICAC); sí algunos de los de la taramundi (unas finas como las Douk douk, de fieles y totalmente metálicas se me han quedado en la memoria).  También el Lombo do Ferreiro cuyas navajas en inox esta vez no me tentaran. En Expósito no se miró, y nada hay que decir más. Sí se acudió con la mejor intención a Pedro Moreno, y se conversó (?) con su nieto. Se buscaba algún machete pequeñuelo -o no tanto- pero no todos me satisficieron y cuando se confirmó que no eran de acero al carbono, se abandonó con dolor de corazón.  El Currante, de un poblezuelo cercano, nos aleccionó sobre por qué sus navajas de hojas sin mesas cortaban tanto, así como de la diferencia de precio entre madera y cuerno. Sus hojas están sacadas de antiguas sierras, según nos informó, y el material se llama "acero rápido".

Se pasó por delante del herrero-cuchillero-forjador Germán Azote. Como no se coleccionan cuchillos sino navajas y estas no están en el catálogo, no se dio el dar palique en balde.(Su pluma, cuando enseña lo que este artesano sabe, es la mejor que se ha leído en España).

Ronda hecha, ya se podía comprar. Las de Castillo, unas de ventana y cuerna de ciervo, se tuvieron en la voluntad desde que se vieron. Aquí mi ignorancia pudo más que la ilusión y cuando se nos dijo que el maestro no compone en carbono -como se debiera saber- el chasco no se fue. Llegose a donde José Benito Brea. Todo en acero al carbono -del mismo que de las Opinel y de otro más condimentado -f1, creo-. Como se tuviera hambre de ventana, y las suyas eran originales, se mostró el interés, se preguntó, se tentó y se compró. Este artesano empezó hace no tanto (quizá menos de dos años) y el propio Diego Castillo se asombra de lo alcanzado. Ha innovado el aprendiz, esconde pernos a voluntad y coloca muelles en latón (novedad rara). 

Se tertulió con su vecino, JM Galocha. Este es  experto afilador y me dio lición de piedras al agua, de diamante, belgas, japos; me pautó la práctica y fue edificante comprobar la diferencia que hay entre un charlatán feriante y un profesional que vende y enseña si se muestra interés.















 La funda, cuya solapa representa la forma de la misma placa que bloquea la hoja, está hecha por Jesús  Merino Balandín, el Pelos.

Al menos, se recibió enseñanzas de artífices sobre manejo de muelles tan artísticos y fuertes como los de estas navajas. Los de Diego Castillo son formidables, y él los vence como pelara pistachos. José Benito los doma con sutileza de ilusionista, sin tocar mango. Y Juan Manuel Galocha como yo, es el que seguiré. No nos desolemos y persistamos. Hefesto forjará soñando ya que al revés fuera imposible. 

2 comentarios:

  1. Muy bonitas, si señor te mandaré fotos de las que estoy haciendo.

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    1. Acabo de leer el comentario, gracias por ponerlo;sí, me encantaría verlas.

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