martes, 3 de mayo de 2016

34 NAVAJAS DE ESPAÑA Y FRANCIA: NAVAJAS CELAYA-COUTEAUX ESPAGNOLS CELAYA


 Se llegó hasta allí, a donde tienen la tienda. Se callejeó a pie una vez que se recorriera la circunvalación de la ciudad de Albacete. Más, por los cristales amplios, parecía papelería tienda de corte. Pero en seguida se avistaron, poniendo los ojillos junto al escaparate, las vitrinas con hermosas piezas de exposición. El padre era quien despachó, creo -más por ilusión que convencimiento-. Las navajas que tenían no eran las de su puesto de los Redondeles, en la feria. Aquí solo cabriteras y palanquillas simples. En la tienda, la fantasía artesana, las novedades, los proyectos vistos u oídos a los que entienden de navajeo.

Como fuera la primera etapa en el via crucis del navajeo, se atendiera a lo que más nos saltó a los ojos. Y no fueran aquellos machetes de extremos redondeados con un oscurísimo venado, ni las de estaje injertadas con otros tipos que no se adivinaran. Aquellas virolas, los amolados, el marfil y el búfalo, la plata de las columnillas...nada ocultara la simpleza de lo que no se encuentra. Fueron las navajuelas de siempre, estas que no tienen nombre salvo el de "baratas". Siempre en nacarinas o, en el mejor de los destinos, en madera roja (que así la llaman en Santa Cruz los viejos). Pero allí se estaban como un moño de setas de chopo, apretadas y en cogollo, de varios tamaños y asperezas, encabadas en ... ciervo y toro jaspeado. No se pudo admirar nada más. Se compraron. Verdad es que no cortaban y no mucho ha se han afilado. Son en todo, salvo en la nobleza del mango, iguales a las presentadas en nacarina. Solo, y no es menor, faltara el carbono que es aquí tan necesario como toro y venado.












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