Llamaban a la puerta como si Polifemo palmeara un cantarillo."¡Que soy yo, el primo Marciano!". Y todas las cámaras de la casilla temblaron. Se dejaba caer desde los Barcelonas, sin aviso ni prevención ninguna, como a la antigua, cuando nadie saludaba diciendo "¿Qué haces aquí?". Era la etiqueta de la cortesía. Nadie era rechazado, y más si era de la sangre.
No venía a pasar una mañana, ni una semana, ni la quincena, ni...Lo que hiciera falta según el aguante del anfitrión que recibía. Y así fue. En una ocasión coincidió el primo, primo del abuelo, con nosotros; y durante unos días, mientras el emigrado se decidía a salir del nido y regresar a Cataluña, gozamos como niños que éramos de su formidable persona.
Es una navaja de campesino y pastor, actividades complementarias pues ninguna -ni aun las dos- bastaban para sostenerse. La hoja de punta caída y el filo recto son comunes a esta forma extendida incluso por el mar. Su punzón es una palma ("La Palme"). Las cachas no son las originales, seguramente de asta prensada fueran. En cuanto a la época, el período sería el de entre guerras. La cuchillería que lo produjo la Sauvagnat-Boscher, creo. La hoja es de acero al carbono, las mitras y platinas, de hierro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario