lunes, 18 de marzo de 2019

1 NAVAJA FRANCESA MULTIPIEZAS PRADEL-COUTEAU MULTIFONCTION PRADEL

Iridiscentes y nacarados, pero sin nácar; osamenta sin hueso, cruz sin patria, vírgenes sin iglesia. 
Y su heteróclita naturaleza les da el carácter: son lo que les faltara. Por la sombra se recolectan, por la apariencia falsa. Los ha habido innúmeros, y si se tuviese expositor o panoplia, estos se tendrían por insuficientes. Mercancía de barato si no se les presta la atención debida, y si se les prestara, esta aún aumenta en su futilidad.





Así como los pastores de las serranías del sur, en las Andalucías, entretenían sus fríos y sus soledades poniendo nombre al color de la piel de sus cabras (puros los colores o combinados, disgregados o jaspeados o aislados, en manchas o en parches, en tono subido o suavizado, según forma lados o curvas o hilos, según el pelo se entremezcle o domine, según aquí o allá o en  la frente o en las patas...) así, digo, se podrían uno perder un domingo inventándoles motes o apartándolos en categorías.





(En écaille falsa, no de la que se trata en el Louvre des antiquaires. Sin caparazón pues, su linaje es el remedo, y aunque bautizados no son divinos ni afectan gazmoñería. Del bolsillo de Des Esseintes no se cayeran, pero leídos son y en ellos hay leyendas.)



Han saltado solos a los bolsillos, sin querer evitarlo, como los hortelanos en los calzones del labrador.
No son tan malos que se les negara utilidades, pues muchos aún tienen firmezas en muelle y la hoja no presenta vaivenes horizontales ni verticales. Para souvenir de tal pueblo, para exvoto, como señuelo en colmado. Se les puso, así, Pradel de señuelo. Ahora casi antonomasia de lo que era el bazar cuchillero. Claro que de estos aún se puede sacar servicio y del chinerío no se espere nada. Hijos de los mercadillos de las pulgas, a voces clamaron por un dueño, y a veces se los desamparó. Con dolor se los recuerda.




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