Como ya se dedicó una entrada al puesto de Santos en los Redondeles de Albacete, ahora no hará falta nada más que una pequeña noticia de la familia. Es curioso que el pariente en la bibliografía que aparece como el primer feriante de la saga, Francisco García de la Torre, aprendiera el oficio de uno de sus dos hijos, Francisco García Cantero (1929). A este lo puso de aprendiz a los tiernos nueve años; pero el muchacho no era apañado así que le instó a que se dedicase a las navajuelas facilonas de pistón cortadas a mano. Se hizo así; y al partir el hijo a la mili, el padre se dispuso a montar estas navajas de pistón pues de ver a sus hijo ya aprendiera. El padre, espabilado, descubrió que si compraba la fornitura ya cortada, el trabajo era menos y el dinero más: Ramírez de Albacete fue su provedor. Las piezas las vendía en las ferias con el punzón García o G.
Cuando se visitó el puesto, el amo de él, de la estirpe García (o Santos, pues la personalidad del padre lo convierte en personaje insigne en la historia ferial de España). se ofreció para compra un machetillo de columnillas hecho por el padre. Se ignoraba que el padre supiese del oficio. Desde luego el hijo sí que lo aprendiera bien... Y se cargó con una mochila de Bustos.
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