jueves, 23 de abril de 2015

11 NAVAJA BUSTOS: NAVAJEROS DE SANTA CRUZ EN LOS TRENES

A las vías también se iban los santacruceños a aliviarse el hambre. Era con nocturnidad en trenes, y tomaban los que iban dirección a Madrid o los que se bajaban a Andalucía. Como fueran estos su emporio de pobreza, no sacaban billete casi nunca. Huían los vendedores del Servicio de Información de la Guardia civil, que de paisano vigilaba el trenerío. Aquellos lo evitaban dado que la venta de cuchillerío no estaba permitida.

Historias contaban de aprehensiones de mercancía de filo que los infiltrados les tiraban bien por la ventanilla (otrora sí que se podían abrir), bien por la taza del váter. En el disimulo buscaron escape, y escondían el negocio con otro: ofrecían café o zumos. En latas de conservan limpias y acondicionadas (el hojalatero les diera forma de cántara) llevaban el café al que se añadía leche condensada.

Había navajero que no arriscaba y solo voceaba de tapadillo en las paradas de un cuarto de hora al menos que los trenes solían hacer en las estaciones, y así evitar a la brigada. Cuando en los coches iban quintos, los vendedores, que tenían el olfato muy fino, acudían todos a la estación.

Los trenes que solían esperar eran el de media noche a Algeciras (o el mismo de regreso a las 6 de la mañana), el de Granada ( a las 2 de la madrugada), y el Coche Correo (a las 2.30 horas).



 Juan Aranda (1927) empezó, como otros, tarde a vender en los trenes. Cogía líneas hacía Aranjuez, Albacete, Baeza o Valencia. Como no era navajero, compraba material a Julián Galván, Paco Mulas o a los Bustos. Estuvo en la venta hasta la jubilación, y su hijo le tomó el relevo.

Julián de la Rubia se puso a los cuarenta a vender, y siempre con mercancía de otros, que no era navajero tampoco. Cuenta (véase el libro La navaja de Santa Cruz de Mudela) una aventura en la que por huir del revisor se subió, él y un compañero -Leopoldo Ruiz-, al techo del coche que se metía en un túnel. El compañero cayó al suelo desde el tren. Sobrevivió y llegó a ser...maquinista de RENFE.


 Félix de la Rubia (1917) sí que vendía sus propias navajas, pues tenía fragua en la calle Sur 17 (calle donde, por cierto, la tiene hoy Francisco Valencia). Hacía el trayecto de Santa Cruz a Valdepeñas varias veces durante la noche.
 Usó Agustín de la Rubia de cinto y talega para llevar mercancía. Cuenta que dado que había varios vendedores a la vez en los vagones, solía remolonear hasta quedarse el último y aprovechar que los viajeros ya estaban despiertos y con mejor humor que cuando el primer navajero pasara con sus ofrecimientos.

 Concepción de la Rubia (1946) fue navajero que componía sin fornitura ajena sus navajas (muelles, hojas...todo lo hacía en el taller familiar). Punzonaba Albacete.

 Aurelio Ramírez de la Rubia, mutilado de guerra, se dedicó al estraperlo y a la venta de bebidas y navajas en los trenes. Se le podía ver con una gran cesta  llena llena de refrescos que con una correa llevaba al hombro. No solía comprar billete pues le salía mejor pagar  medio cuando el revisor -si es que no miraba a otro lado- lo pillaba. Así estuvo hasta que empezó a cobrar pensión de mutilado de guerra.


 Navaja corriente de  pistón, hojilla cortaplumas inoxidable. Esta misma nacarina aún la usa Rafael Wízner cuando quiere acordarse del oficio.


No es la mejor de las Bustos, habrá que fijarse no mucho para ver que la hoja no puede cerrarse sin forzarla para que se despegue del forro que le impide acomodarse entre las cachas. Grave defecto si uno ha de valerse de ella pues cada vez ha menester andarse con esta precaución. Navajilla de niño que los Bustos repartieron por ferreterías, y tienduchas desde Barcelona a Almería.



 Mejor es esta que la anterior. Otro cortaplumas chico de hojilla de olivo. Está bien acabada, con esas cachas en madera tropical embutida en latón (con pernillos de lo mismo). Podrían ser estas las que se vendieran en aquellos trenes que ya no pasarán.







4 comentarios:

  1. Bonito blog, y bonitas navajas las de Santa Cruz De Mudela

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  2. Gracias por tu visita y por tu comentario amable. Conozco tus navajas por fotografía, sé que eres un artesano. Ánimo con tu afición.

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    1. Te dejo el enlace de mi blog por si quieres echar un vistazo: http://elnavajerodeazuqueca.blogspot.com.es/

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