jueves, 23 de agosto de 2018

22 NAVAJA DE NÁCAR ALEMANA-COUTEAU AVEC LES CÔTES EN NACRE







Del mercadillo de la plaza de la catedral de Barcelona. Se dio tan buen precio, y las cachas enterizas dieron calambres que condujeron a la lengua al relamido y a las manos al frote del que usan los avaros. Solo tiempo pasado, no unas horas, revelaron lo que no se previó. Alemana, un patern cercano al Whiler -si es que no lo fuera- curvilíneo. El escudo incrustado e incluido gustó, menos que el dorso del muelle ( o mejor, muelles, que no había uno solo): Un trabajo preciso, precioso, ajustado, de exhibición artesana o industrial: se verá que confluyen en cuña dos, con separación -esa es la cuña- de latón. Por lo que se viera, no sería preciso por más que haya tres hojas (se han visto las mismas solo con uno o, si acaso, dos).  El lomillo de la hoja principal es recio, y las hojillas contrarias se pliegan  con previsión micromecánica, hablan y cantan en sucesión o a dúo. El punzón es original, bello y simbólico: estrella, ancla y flecha (agua, tierra aérea y aire) a la vez. Cuando ya se tentó, se viera que era cojilla o manca de una hojuela; la necedad hace que un torpe insensato utilice una rígida lámina de acero al carbono como palanca. Como quemar libros para calentarse, vaya.

















No hay comentarios:

Publicar un comentario