martes, 6 de junio de 2017

5 NAVAJA MIKOV-COUTEAU MIKOV



Tres leones rampantes con sendas espadas (tres y no dos, que el pálpito de la latencia es recio, regular, previsible). La toma la marca, a la espada (en adición al león) como fuerza espiritual. Puede verse en múltiple iconografía, que no pocos predicadores -además de innúmeros arcángeles, profetas, vírgenes, santas..- la ciñen o esgrimen: verbo de Dios. 

Quiso entroncar Mikov con los latinos, que consagran el hierro a la Divinidad marcial, cuya mismidad era repelente de males. Es la herramienta definitiva que contiene la voluntad de quien la maneja, pero primero la propia (así lo entendieron en la clarividencia medieval y sus correspondencias entre planos: la espada recibía bautizo y nombre).

Axis del mundo, preservativa de la justicia, la verdad, de la luz y orden; en su equilibrio recto subyace y se patentiza el poder, la verdad. Y la casa Mikov la hace emblema y la muestra como cayado (eje y puntal).





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