"Desde el collado próximo, los vecinos lo columbran en la lontananza, y lo nombran: -Es el más alto. Tan alto como medida ha sido la huella del longevo escritor. Desde sus excelsas atalayas este, trasmutado en criatura del reino de Flora, podrá contemplar las labrantías cambiantes, los viñedos añosos, la primorosa huerta y, tras la cumbrera del pardo palomar, los tejadillos de las casas del pueblo. Paisaje y paisanaje".
(CONTINUARÁ EN LA ENTRADA SIGUIENTE)
Este pradel me dio una de las mayores sorpresas desde que junto navajas; al limpiarlo, pues tenía la hoja llena de pegamento y las platinas con más sedimentos que las cuevas de Atapuerca, al limpiarlo, digo, aparecieron virutas de un lápiz. Alguien, hace ya algunos lustros, había afilado el recado de escribir a la antigua, con navajilla (como los escolares de la primera mital del XX y de los siglos anteriores). Me pensé meter dentro otra vez lo que encontré o analizar pormenorizadamente todos los restos para descubrir todo lo que se hubiera hecho con ella durante los últimos cincuenta o sesenta años, y luego publicar un librillo. En todo lo que llevo con esto, repito, ha sido uno de los descubrimientos más reveladores (me absorbió en reflexiones profundas que apartaron la propia navaja de mi interés). Entendí lo que es un penknife.
Esta navaja es de acero al carbono, de punta caída, cachas de hueso simulando ciervo, el talón es cuadrado; mide 9,5 cms cerrado y casi 18 abierto. Me atrajo lo curioso del punzón que es una escoba.
Ancien Couteau Pradel lame pied de mouton de la coutellierie Lacroix au balai,manche cerfé
Thiers
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Longueur environ 9,5 cms
fermé et presque 18 cms, ressort à cran carré.
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