sábado, 16 de abril de 2016

31 NAVAJAS DE ESPAÑA Y FRANCIA: NAVAJA DE INJERTAR DE RAFAEL WÍZNER-COUTEAU GREFFOIR DE VIGNE



Vive Don Rafael Wízner rodeado de viña, que aquí en vez de la uña de gato (sedum sediforme) crece vitis en los tejadillos viejos. Es la Mancha la mayor del mundo en fanegas. Los cantales mesetarios fueron despedregados e hízose a la par de las casas de los lugares. Su mosto se ha emparejado para dar fuerza aquí y en Italia, Alemania o Francia. Y los caldos tenidos, por su trasiego vil, por de pelea. Ya no se utilizan tranchetes o injertadores como la que se me hizo llegar.

No se la esperara y una exclamación redonda de nimbo se escapó. Ancha, recia de grosores, pulida, fina de hojuela con uñeta, espatula vaciada por ambas caras para apartar cortezajes. Ajustada, camina y canta; y sus cachillas son tan duras como parecieran. Qué bien parecen estas bubingas sobadas por lijas y paños. Luthier forzado ha sido Wízner y se ha adornado este artesano con calidades inesperadas de rumbo. Superior es la navaja tan sencilla, que tales excelsitudes no se esperaran. Hoja de acero al carbono, que son las que mejor se amuelan en los piedras desprendidas de las márgenes y recalzos, en donde más pronto encontraba la pericia instrumento de apresto, cabe el corrillo del almuerzo, al resguardo de los vientos o los soles o los hielos, cabe la lumbre de sarmientos.

Wízner el manchego de Alemania cuya estirpe vínose a repoblar desiertos en aquel siglo de reyes ilustrados y distantes. Como casaban con la tierra sus ojos de estero, las querencias lo pusieron emparejado con el Guadiana. Estase aquí complacido en montar navajas para vides que trajeron o llevaron cristianos godos por las peregrinaciones y sus caminos que llegaban hasta el valle del Rhin, el Palatinado o Baden.





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