jueves, 4 de julio de 2013

LA RAZÓN DE LA NAVAJA( POURQUOI LE COUTEAU?)/PHOTOS COUTEAU LE LANGRES

"Nos sentábamos en las lindes, a la sombra de las mimbreras, a merendar. El Chico, el segundo, el abuelo y yo sacábamos de la bolsa  el avío: grueso pan de hogaza, engañifa casera, medio bollillo de aceite y, de la faltriquera de nuestro experimentado tutor, una pizca de sal en un pañuelillo. Habíamos cortado de su mata un bravo tomate de simiente del pueblo, de sus buenos tres cuartos de quilo. Y de sendos resortes emergía en sucesión la  hoja, ora lanceolada, ora roma, de las navajillas. Y en mirífica paz engullíamos la reseca pitanza, empujada con agua menos fría que caliente, y con la mollar carne del tomatote. Mientras, tendidos en el pimentonal, cuatro cepos palomeros  acechaban bajo la paz arcádica de  aquel huerterío". 

Este pudo ser el arranque de la memoria que me tiene atado. Nunca se ha cortado la cuerda de aquellas atardecidas de julio o agosto. Y una navaja con cachas negras (seguramente de plástico) de punta caída y filo recto; hoy sería una lambfoot, london o pied de mouton. Las de muelle de tejas y palanquilla nunca me gustaron pues eran flojas y aquel enseguida se descomponía y la hoja tomaba el baile de sanvito.

"Durante un mes tuve engañada a la abuela Enriqueta. Del durillo para el bollo en el horno de Donato, yo ahorraba cuanto podía, a veces todo. Y en un mes tuve la cuarentena de buenas pesetas con la que compré en Casa Demófilo una Gómez con cachas de dominó y una cruz de Santiago, la puntilla roma. Se perdió en una mudanza...Ahora recuerdo que durante varias semanas tuve que compensar el ayuno de por la mañana con buenas meriendas de conejo bien frito: meriendas de cazuela. Aquellas vacaciones no engordé tanto como la buena mujer quiso. Y hasta ahora"

Ya me gustaron las brevas del árbol, los chumbos para desayunar, la capota en sal, las migas, el conejo frito, la cervecilla en culos perdidos, todo lo de la matanza - particularmente la morcilla de arroz-, los relojes de bolsillo ...y la navaja. 


Entonces aún se usaba como cubierto universal, y no había en casa cuchillos hasta mucho después. Con ella se cortaba el trozo de embutido, el pedazo de pan, se pinchaban las acetunillas de la pipirrana, y hasta se cuchareteaba . Nunca, ninguno de nosotros, hizo el pavo con ella, nunca tajamos ni fuimos tajados. Nunca hicimos abuso de la herramienta y siempre la guardamos con respeto pues con esta a veces se santificaban panes (dibujando sin hendir una cruz en su círculo  y luego besando adminículo o materia). Y es por eso. Ahora la Casa Demófilo, desdemofilizada, hace ya años que fue demolida sin respeto de su blasón único en el pueblo. Ni la huerta, ni las personas. Pero aquí, entre el sosegado recuerdo y la razón ... de la navaja.



 Petit Langres 59 Sauvagnat   – coutellerie Dargon-Reynard – modèle entre deux guerres * Lame au carbone 7cm Platines et mitre fer – cotes corne bufle * Ouvert 15 cms – fermé 8,5 cms–. La marque à été déposée en 1899. 



Langres fue la ciudad de Diderot, el enciclopedista, cuyo padre fue navajero. El modelo de las fotos se llama así, "langres". Me gustan las navajas rurales, que en España  han sido en buena medida copiadas de los franceses. "Copiar" puede cambiarse por "adaptar" para que suene mejor. Ya se mencionará este asunto de la copia mutua entre vecinos...



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