Situará a sus
díscolos personajes en una amplísima y matizada variedad de paisajes;
accidentes del terreno, insignificantes o avasalladores. Yermos, páramos,
predios; labrantías, bernias, panes o sementeras ; mogotes, cabezos, collados;
cárcavas, simas, hoces; roquedos, cantiles, breñales; ramblizos, barrancas,
torrenteras; escarpes, alcores, rocallas; cuetos, atalayas, oteros; mohedas,
algaidas, altozanos o eminencias...Y esto es solo en lo tocante a terreno seco
o sequizo; y es solo, nunca mejor dicho, la punta del ... resalte. Cientos de
variaciones que la tierra, el agua, el vacío, la costa, los cultivos, la
vegetación o el paisaje adoptan ante la mirada atenta.
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