Aprovecha Hefesto las fechas corrientes para dar la nota sobre los usos de las gentes en estas fiestas regocijantes, más para unos que para los otros. Se aprovechará para de soslayo meter fotografías de navajillas que han entrado en la faltriquera en los marzos.
Sé de una vecina (Pilar R.) que tan dolidos tiene los lastimados oídos que cada año huye a
Barcelona en estos días -y ya corren más de la cuarentena-. No ha podido la señora, valenciana de ocho apellidos, ser contentada y venida en razón. Tanta es la desazón que el corazón lo tiene como tímpanos.
No, no es normal, pese al fallerío, que párvulos jueguen con trinitrotolueno bajo el babeo de los papás.
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