domingo, 5 de enero de 2014

6 LAS NAVAJAS EN EL RECUERDO. EL TÍO PEPE DEL HIGUERAL Y LAS NAVAJAS GÓMEZ. IN MEMORIAM

 Tuvo el tío Pepe muchos hermanos pero no conocí  a todos. No solo por cortedad, pues las edades y el saltar del nido raudos de mis predecesores no nos juntaran. Estuve, sí, en su casa alguna vez, cuando Cela no estaba asfaltada y por los llanos que trasponían hacia Las Estancias por detrás del cortijo La Noria solo había trigo y ortegas que levantaban vuelo como guijarros en catapulta. Conocí allí, en el Higueral también, al tío José (los bisabuelos entendieron que el nominar por el santoral  no se usaba para dotar al acristianado de virtudes áureas sino para clasificar, y así lo hicieran), al tío Manuel y aun a la madre Angelina, centenaria. Se dejaban venir al mercado de los Tíjolas de tanto en vez, sentados en albarda y con gorrilla, bien aseados, con camiserío blanco, pañuelo, reloj de cadena y cuartos.

Después de tentar las ubres a las cabrillas bajo la torre de la iglesia de ladrillo, por la plaza de los Reyes Católicos pasábamos por delante del cominero y del latero de Purchena. En la breve sombrilla de algún tranco, nos lo topamos. Saludo de hermanos, contenido y sin doblez, a lo castellano: voz hueca y sonante, con vibración de risa tan solo esbozada. Mas al punto, a la primera que se terciara, se abocaba sin reparo una risotada sin embarazo, que de la caja subía creciente por la gola hasta los labios. Alguno de aquellos encuentros fue el que espoleó la compra de la navajilla Gómez, con cachaje de plástico y punta redonda. Fuera en la muy cercana Casa Demófilo, de blasón y muros anchos de gruesos ladrillos recocidos en la Tejera.  Allí
nos movimos hasta el mostrador donde se despachaban ronzales, tijeras de esquilo, cencerrería, venenos, mallaje y alambrerío, púas gruesas, azufres, macutillos de pastor, cayados para señoritos, gorrillas, cerraduras, cacillos de loza, liga, lañas, carburos, candiles, espuertas, palustres, macetillas y mazos, cerraduras, cepos de pajaretes, palomas y zorros... jaulas cuqueras, perchillas cuelgaperdices y aún alcancías  y escopetillas de aire (sin cuento las decenas de adminículos  para el albañil, el pastor o el labrador, que a lo menudo se barateaban por ya viejos sino anticuados); y donde se pagaban pieles de zorro.

Cuando aquel día de agosto la compramos, él ya sabía de otras que a mis hermanos antes ya se las dieran y que en el acto se perdieran en el huerterío de Bayarque. Estas también de punta redondilla, por lo que las que sirvieron de repuesto para ellos ya con hojilla de laurel eran. Los abuelos, el primo Marciano y el tío Pepe del Higueral se cruzaron aquellos días de mercado, y de sus saludos y sorna nos vinieron las navajas. Unos con el dinero, otros con la voluntad, y todos con la clarividencia de una vida entera libre de gramáticas y catecismos metieron la cuchara en el azafate.

De él, el tío, tuve algunas noticias acerca del abuelo, de sus mocedades y de los encendidos colores de sus caras. Ahora toca el recuerdo que apenas se alcanza.











Esta, una Gómez. Se ha visitado la tienda en Albacete, calle de la Feria. Ya cerró. Su muestrario era vasto, y la calidad,de batalla. Allí se habló con el dueño, se cortó uno con escándalo de sangre y se compraron bastantes a precio de saldo. No se veía movimiento. Recuerdo ahora que se le pidió alguna pieza del escaparate, pero este era un mosaico larguísimo con tan penosa disposición que para alcanzar una había que apartar todas, por lo que se negaba a vender muchas que allí se vieran.

La de la foto es una muestra de las que se daban en casa Demófilo: baratejas y de materiales pobres. Tiene una de las cachas de estamina grabada con las iniciales del niño propietario (que fueran retocadas para asignarle otro niño dueño).

Fuera precisión dejar aquí que Casa Demófilo ya no existe pues unos chalés adosados ("casas del sindicato") se la llevaron por delante. La navaja comprada aquel día con presencia del tío Pepe (Gómez de punta redonda y cachas sintéticas llamadas "de dominó") fue extraviada en mudanza hace ya muchísimo tiempo. Mucho no hará se encontraron varias de la misma marca y posiblemente de la misma época, el caso fue que hoy ya se las valora solo por lo que son, por lo que se dejaron pasar.